Glasgow (Rangers) - El campeonato probablemente se acabe, ¡la paciencia se rompe! Hasta ahora, el principal club de fútbol escocés , el Glasgow Rangers, siempre ha podido contar con el apoyo de sus propios seguidores. Pero las continuas desgracias deportivas han roto ahora los lazos entre ambos equipos.

La activa afición tomó las barricadas en el partido en casa de Primera División del pasado sábado para protestar contra el interminable bajón de forma de sus propios jugadores. Junto con miembros de la asociación de seguidores del Rangers, los ultras decidieron abandonar el estadio de Ibrox, con capacidad para unos 50.000 espectadores, mucho antes del pitido final del partido contra el FC St. Johnstone.

Con esta drástica medida, querían enviar una clara señal a su propia directiva, exigiendo "responsabilidad, ambición y un liderazgo digno de nuestro club".

Una acción que ya habían anunciado en la previa del partido: "Los Union Bears, junto con la Rangers Supporters Association, llaman a todos los aficionados a abandonar el estadio durante el partido de mañana [sábado, nota del editor] en el minuto 55 para enviar una declaración a la directiva", rezaba el comunicado en la plataforma de redes sociales X.

"No toleraremos más su incompetencia, sus excusas y su falta de respeto por la forma en que abandonaron al Rangers después de nuestro título 55", afirmó el grupo ultra Union Bears, fundado en 2007.

"La junta nos ha defraudado durante demasiado tiempo y nuestra lealtad ya no será una excusa para su fracaso. El apoyo al Rangers no puede terminar hasta que haya responsabilidad, ambición y un liderazgo digno de nuestro club".

Pero mientras el centro de la tribuna local se quedaba cada vez más vacío tras la protesta, la gran mayoría en los otros bloques permanecía en sus asientos. Los que seguían en el estadio pudieron al menos presenciar de primera mano cómo su equipo se imponía finalmente por 3:1 (3:0).

Las esperanzas de los seguidores del Glasgow de hacerse con el título de liga no parecen demasiado halagüeñas, ya que su equipo sigue sólo segundo por detrás de su rival de liga y de la ciudad, el Celtic. Una furiosa remontada de 15 puntos y el sueño del título asociado parecen irrealizables, y las posibilidades de alcanzarlo, bastante improbables.