La perra mira hacia arriba en un tren: Lo que la fascina allí hace brotar lágrimas de risa

Suecia - Ya ha visto muchas cosas en su vida. Porque la perra Leya, de Suecia, viaja regularmente por Escandinavia con su dueña Minette (31). Hace unos días, volvía a viajar en tren por su país natal. Sin embargo, algo que se veía justo encima de la nariz de la perra despertó su interés.

Leya mira hacia arriba, fascinada. Me pregunto qué habrá allí.
Leya mira hacia arriba, fascinada. Me pregunto qué habrá allí.  © Bildmontage: TikTok/Screenshots/staffeleya

En un curioso clip de TikTok (ver más abajo), Leya se sienta en un tren y mira hacia arriba, fascinada, casi hipnotizada. El espectador no permanece en vilo durante mucho tiempo: a los pocos segundos, la cámara se desplaza hacia el objeto del deseo.

No, no es una salchicha la que se cierne sobre el peludo amigo, sino la propia Leya. De hecho, el perro se refleja bastante bien en la bandeja de arriba. Es evidente que Leya se pregunta quién es el tipo que tiene encima y si querrá bajar.

El fascinado perro es muy bien recibido por el público de TikTok. Desde el 28 de noviembre, el vídeo ha recibido más de 900.000 clics y 220.000 me gusta. También hay muchos emojis de ojos llorosos en la columna de comentarios.

Razón suficiente para que Newsweek preguntara a la madre de Leya. La revista estadounidense habló con la sueca esta semana.

Un vídeo viral de TikTok muestra una curiosa situación

Bueno, ¿quién está mirando a Leya desde arriba?
Bueno, ¿quién está mirando a Leya desde arriba?  © Bildmontage: TikTok/Screenshots/staffeleya

"Este viaje en tren duró casi 900 kilómetros. Visitamos a la familia en el norte de Suecia. Se portó muy bien en el tren. Pero alguien la miraba desde arriba, era tan dulce", dijo la mujer de 31 años al sitio de noticias.

Para Minette, Leya es una parte importante de la familia. Sin ella, la joven no podría hacer casi nada: "Es la Staffy más dulce a la que le encanta dormir por las mañanas, acurrucarse con la gente y corretear por el bosque".

Leya también la acompaña a restaurantes, cafés, bares e incluso al cine, dice la orgullosa dueña.

Sólo cuando un perro la mira desde arriba, incluso la experimentada Leya puede ponerse completamente nerviosa.