Lexington (EE.UU.) - Cuando una mujer del estado norteamericano de Kentucky llegó a casa, no podía creer lo que veían sus ojos: la entrada de su casa estaba completamente llena, con 22 cajas de color rojo brillante llenas hasta los topes de caramelos.

Lo que Holly LaFavers no sabía en ese momento era que la entrega de piruletas no estaba ni mucho menos completa.

Resultó que su hijo de ocho años había activado accidentalmente un pedido enorme mientras jugaba con su teléfono móvil: 30 cajas con un total de 70.000 piruletas por la friolera de 4.200 dólares estadounidenses (unos 3.700 euros), que, según informó NBC News, ya no podía detenerse.

Aún quedaban ocho cajas más por entregar, pero Amazon fue complaciente, cancelando el resto de la entrega y devolviéndole el dinero.+.

En su angustia, recurrió a Facebook y pidió a amigos, vecinos y desconocidos que le compraran los dulces. Con éxito: le quitaron todas las cajas.

Para asegurarse de que esto no vuelva a ocurrir, Holly ha puesto su teléfono móvil a prueba de niños, y espera que su hijo no le cause otra sorpresa.