Drogada: ¡Una joven se arranca los ojos!

Anderson (EEUU) - El mundo se volvió negro para una joven (20): ¡se arrancó los ojos mientras estaba drogada!

Kaylee Muthart (20) lleva ahora prótesis en lugar de ojos.
Kaylee Muthart (20) lleva ahora prótesis en lugar de ojos.  © Bildmontage: Screenshot/Facebook/Katy Tompkins, Screenshot/TikTok/Kaylee.muthart

Según informa Daily Mail, Kaylee Muthart, del estado norteamericano de Carolina del Sur, nunca podrá volver a ver. En lugar de sus ojos, lleva prótesis tras el terrible incidente.

Kaylee fue en su día una estudiante sobresaliente e incluso ingresó en la Sociedad Nacional de Honor por sus excepcionales logros.

Sin embargo, dejó los estudios a los 17 años con la esperanza de trabajar más y ahorrar dinero para la universidad, una decisión que a la postre resultaría fatal.

El abandono de los estudios la llevó a los círculos equivocados. Empezó a salir de fiesta con excesiva frecuencia. Le siguieron el abuso de drogas , una crisis nerviosa y autolesiones.

Kaylee Muthart se arrancó los ojos en un frenesí

Kaylee Muthart tomó una gran dosis de metanfetamina y alucinó durante horas. (imagen simbólica)
Kaylee Muthart tomó una gran dosis de metanfetamina y alucinó durante horas. (imagen simbólica)  © 123RF/bisonov

Muthart estaba a punto de ingresar en un centro de rehabilitación, al que su madre la había convencido.

Pero antes de que eso ocurriera, tomó una gran dosis de metanfetamina y alucinó durante horas.

En ese estado, pensó que lo correcto era arrancarse los ojos. Metió los dedos pulgar, índice y corazón en cada ojo, agarró los globos oculares, los retorció y tiró de ellos hasta que se salieron de sus órbitas.

Fue una lucha tremenda, que describió más tarde, pero no sintió dolor porque las drogas tenían un efecto anestésico.

Un pastor descubrió a Kaylee Muthart gritando y evitó algo peor

Kaylee fue operada de urgencia para extraerle los restos del ojo y evitar una infección.
Kaylee fue operada de urgencia para extraerle los restos del ojo y evitar una infección.  © Screenshot/GoFundMe/Kaylee's Story

Cuando un pastor la encontró, sostenía en sus manos los globos oculares, que ya había aplastado cuando aún estaban unidos a su propia cabeza.

Kaylee fue trasladada inmediatamente al hospital, donde forcejeó tan violentamente que tuvieron que sujetarla a la cama siete personas. La operaron de urgencia para extraerle los restos de los ojos y evitar que se infectaran.

Pero a pesar de la traumática experiencia, sigue siendo sorprendentemente positiva y dice que preferiría estar ciega a ser adicta a las drogas.