Londres (Inglaterra) – El profesional letonio de dardos Madars Razma (37) jugó el jueves por la noche la segunda ronda del Campeonato Mundial de Dardos. Este logro deportivo lo consiguió con mucho más esfuerzo de lo habitual: el año pasado estuvo marcado por una tragedia personal, de la que Razma habló públicamente por primera vez.

Tras su victoria en la primera ronda contra Jamai van den Herik (22), el jugador de 37 años habló en la conferencia de prensa sobre los retos de los últimos meses.

«No sabía lo bien que podía jugar ahora, porque no pude entrenar en casa durante ocho meses después de que mi casa se incendiara», explicó Razma. Esa tragedia le obligó a cambiar drásticamente sus hábitos de entrenamiento.

Para mantenerse en forma, ha participado en torneos de clasificación en Letonia durante los últimos meses y, afortunadamente, ha encontrado rivales de buena calidad.

Este entrenamiento en su país es «un componente importante» para él este año, subrayó, quien ocupa el puesto 46 del mundo.

En las últimas semanas Razma ha podido volver a entrenar más en casa, pero admitió que no sabía a qué nivel estaba jugando en ese momento; su clasificación a la segunda ronda del Campeonato Mundial demuestra ahora que está a la altura del nivel más alto.

Ya en mayo, Razma insinuó en Instagram que un asunto personal había afectado su forma física. Publicó una selfie en la que aparecía con hollín en la cara frente a un fondo quemado, y en la descripción llamó la atención sobre la carga psicológica provocada por los comentarios negativos en las redes sociales.

«Los guerreros de teclado comentan constantemente sobre mis logros y resultados, y eso realmente me agota», escribió entonces.

Razma habló abiertamente del estrés mental al que se ve sometido por los comentarios sarcásticos y recordó que también los deportistas profesionales tienen que lidiar con problemas personales.

«Solo unos días antes del inicio de la temporada, un invitado no deseado llegó a la nueva casa de mi familia», explicó, sin entrar en detalles en ese momento, pero ya acompañando el mensaje con emojis de fuego que decían mucho.