Defensores de los animales encuentran a un gato medio congelado y herido en la nieve: cuando su dueño se entera, reacciona de forma inesperada

Pittsburgh (Pensilvania) - Qué triste espectáculo: Un pobre gato yacía medio congelado y sin vida en una calle cercana a la metrópoli estadounidense de Pittsburgh el mes pasado. Tras recibir un aviso, la activista por los derechos de los animales Carly Toth rescató a la pobre criatura y la llevó rápidamente a la clínica veterinaria "Pet Friends". Allí comenzó una carrera contrarreloj.

Sin vida y medio congelado, este gato yacía solo en la nieve.
Sin vida y medio congelado, este gato yacía solo en la nieve.  © Facebook/Screenshot/Margo Cicci Wisniewski

"No podía tener más frío", dijo Toth en una entrevista con The Dodo la semana pasada. "El termómetro tardó tres horas en mostrar su temperatura", añadió.

Los veterinarios y sus ayudantes hicieron todo lo posible por devolver la vida a la pobre patita de terciopelo. La pusieron sobre una almohadilla eléctrica y la envolvieron en una manta gruesa.

La enfermera veterinaria Lizzie B. echó una mano cuando quedó claro que el gato al menos aún tenía el pulso débil. A estas alturas, sin embargo, nadie sabía si la pequeña sobreviviría.

La gata no sólo se estaba congelando de frío, sino que también tenía heridas en las patas causadas por una infección. Finalmente, el veterinario descubrió su microchip e informó al dueño.

Pero el dueño reaccionó de forma distinta a la esperada.

En enero, la historia del gato también se compartió en Facebook

Su cuidadora, Lizzie B., tomó finalmente una decisión desgarradora.
Su cuidadora, Lizzie B., tomó finalmente una decisión desgarradora.  © Facebook/Screenshot/Pet Friends

En lugar de alegrarse de que su gata hubiera reaparecido, dijo al equipo que ya no la quería.

Al fin y al cabo: Cumpleaños, como pronto la llamaron, se recuperó poco a poco de su terrible experiencia. Sin embargo, una de sus patas no pudo salvarse. Se la amputaron.

Su cuidadora, Lizzie B., se sintió cada vez más afectada por el destino de la gata, hasta que finalmente tomó una decisión desgarradora.

"Fui una de las primeras cuidadoras en ayudarla cuando se despertó. Y cuando la cogí en brazos el otro día, pensé: 'No puedo dejar que te vayas a otro sitio'".

Así que Cumpleaños tiene ahora un final feliz. Ahora la patita de terciopelo tiene por fin el dueño que se merece.