Por Rachel Boßmeyer

París (Francia) - La oposición en Francia ha derrocado al Gobierno de centro-derecha del primer ministro Michel Barnier (73) con una moción de censura. Los nacionalistas de derechas de Marine Le Pen (56) y la formación de izquierdas votaron juntos contra el Gobierno en la Asamblea Nacional y lograron así la mayoría necesaria.

Un total de 331 de los 577 diputados retiraron su confianza al gabinete. Barnier debe ahora presentar su dimisión y la del Gobierno al presidente Emmanuel Macron (46). El voto de censura no afecta a la jefatura del Estado.

La caída del Gobierno ha sumido a Francia en una profunda crisis política. No es posible celebrar nuevas elecciones parlamentarias hasta el próximo verano. La correlación de fuerzas sigue, pues, en punto muerto.

Ni la izquierda, que ganó las elecciones legislativas del verano, ni las fuerzas centristas de Macron, ni los nacionalistas de derechas en torno a Marine Le Pen y sus aliados tienen mayoría propia. Es probable que la búsqueda de un gobierno vuelva a ser difícil. Parece poco probable que al final baste con algo más que un gobierno en minoría.

Después de Alemania, el segundo pilar del importante motor franco-alemán en Europa también corre el riesgo de caer en un estancamiento político temporal y tener que ocuparse principalmente de sus problemas políticos internos.

El cargo de Macron no se ve afectado por la moción de censura. Sin embargo, como presidente, nombra al primer ministro. Tras las elecciones legislativas, estuvo muy implicado en la búsqueda de un gobierno y es probable que vuelva a hacerlo.

Además, la caída del Gobierno tampoco le ha dejado indemne. El Jefe del Estado había nombrado Primer Ministro a Barnier tras largas discusiones, y sus fuerzas centristas ayudaron a gobernar. Ahora es probable que la oposición intente forzar a Macron a convocar elecciones presidenciales anticipadas debido a la complicada situación política. Hasta ahora, Macron siempre lo ha rechazado.

La crisis política también es desafortunada para la economía de Francia. El país tiene demasiada deuda nueva. Barnier quería volver a tener esto bajo control.

Su gobierno fracasó debido a la creciente disputa sobre el presupuesto de austeridad. Es probable que pase a la historia como uno de los gobiernos más cortos de la historia reciente de Francia.