Chapuza de las autoridades: una familia busca a un hombre desaparecido desde hace tres años - Entonces se enteran de la verdad

San Francisco (California/EE.UU.) - Durante tres años, una familia estadounidense buscó al desaparecido Jacob Bruce Chrisinger. Entonces salió a la luz una verdad increíble.

Durante tres años, su familia pensó que había muerto. Entonces recibieron el golpe. (imagen simbólica)
Durante tres años, su familia pensó que había muerto. Entonces recibieron el golpe. (imagen simbólica)  © 123rf/anzee

En 2021, se encontró a un hombre muerto en un hotel destartalado de San Francisco; en aquel momento, el forense identificó al fallecido como James Robinson.

A petición de la familia, el fallecido fue incinerado y la urna entregada a los deudos, informa NBC Bay Area. Conservaron la urna en un altar en su propia casa, como es costumbre en muchas familias estadounidenses. Durante tres años, la familia Robinson incluyó al supuestamente fallecido James en sus oraciones.

Entonces llegó la conmoción: un amigo vio al James vivo en el conocido barrio de Tenderloin, en San Francisco, un punto caliente de la escena de la droga. Kylie Robinson salió inmediatamente en busca de su padre y finalmente lo localizó.

Lo que siguió fue la obligada prueba de ADN, informa Newsweek. El hombre muerto, que la familia Robinson creyó todos esos años que era su querido hijo/hermano/padre, era en realidad un hombre llamado Jacob Bruce Chrisinger.

El forense cometió un error: la familia recibe las cenizas de un desconocido

El distrito Tenderloin de San Francisco es un punto caliente de la escena de la droga.
El distrito Tenderloin de San Francisco es un punto caliente de la escena de la droga.  © 123rf/robb1037

Al parecer, los forenses no se molestaron en esclarecer la identidad más allá de toda duda. Según la familia, el fallecido era drogadicto y padecía una enfermedad mental.

"No hicieron una prueba de ADN. No dejaron que la familia viniera a identificarlo. No tuvieron en cuenta que mi hermano mide 1,65 metros y el otro tipo es mucho más alto", lamenta Katieann Lowther, hermana del fallecido. Según la familia, el fallecido era drogadicto y padecía una enfermedad mental.

"Me he pasado los últimos tres años buscándole, buscando en hogares de transición y centros de rehabilitación, hospitales y prisiones", afirma Charles Hines, hermano de Chrisinger, que ahora tiene que vivir con la triste certeza.

"Cada vez que venía al Área de la Bahía, buscaba lugares donde pudiera estar". Los deudos esperan ahora una indemnización y quieren demandar.

Mientras tanto, James Robinson, que desde entonces ha sido declarado vivo, no ha dado señales de vida. También es adicto a las drogas, vive en la calle y hasta ahora se ha negado a someterse a rehabilitación. Desde entonces se ha escondido.

Sin embargo, su hija Kylie se niega a darse por vencida: "Tenemos una idea aproximada de dónde está, y más o menos cada dos fines de semana salimos a registrar unas cuantas casas con la esperanza de encontrarlo".