Hamburgo/Berlín - Hace unas semanas, la estrella del tenis Alexander Zverev (28) y su pareja Sophia Thomalla (36) mostraron con orgullo a su nuevo integrante familiar, el cachorro mestizo de doce semanas llamado Mischka. Sin embargo, detrás de ello había una historia triste.

En Instagram, la pareja había compartido varias fotos del adorable peludo que ha acompañado a Zverev durante las últimas semanas en el circuito ATP. Como reveló el jugador de 28 años, la razón del nuevo integrante familiar es triste.

«Sophia siempre tuvo un perro, que lamentablemente falleció este año», explicó el número tres del mundo en una conversación con Bild.

«En algún momento recibí 20 reels de dachshunds al día de Sophia. Entonces pensé: ya entendí el mensaje, esto es lo que hay que hacer».

Qué coincidencia que Thomalla cumpliera años el 6 de octubre y llegara a los 36 años. «Le compré a ella a Mischka como regalo de cumpleaños y ahora forma parte de la familia», continuó Zverev. El canino ya acompañó al as del tenis alemán en torneos de Viena y París, y ahora también en las Finales ATP de Turín.

Cuando el hamburguesino está en la pista de tenis, Thomalla cuida al dulce compañero de cuatro patas. Juntos ya han causado sensación en la metrópolis italiana.

«Mischka está siempre presente. Pero cuando Sophia vuela a Tailandia para rodar, él se queda con mi familia y conmigo», aclaró. Para el programa de RTL “Are You The One”, la presentadora pasará seis semanas en Asia esta primavera. Será mucho tiempo para ella sin el pequeño, al que ya tiene muy querido en su corazón.

Para Zverev, Mischka ya es su tercer perro; antes tuvo a Lövik y a Junior. Sin embargo, los dos no sienten celos del cachorro. Los tres acompañarán al tenista alrededor del mundo, aunque la madre Irina (58) suele vigilarles de cerca.

La educación recae, sin embargo, en la pareja de ensueño, que no siempre llega a un acuerdo. «Sophia es un poco más estricta con él y trata de enseñarle cosas. Yo, en cambio, le permito todo», confesó Zverev.

Sobre todo, hay una cosa en la que la presentadora aún tiene que intervenir. «Él se come todo lo que está en el suelo», explicó Zverev. En este caso, la responsabilidad recae en Thomalla.