Por Carola Frentzen, Ahmad Pathoni

Labuan Bajo (Indonesia) - El volcán Lewotobi Laki-Laki, en la isla ind onesia de Flores, no descansa. Tras una gran erupción el sábado, la montaña de fuego volvió a escupir fuego y cenizas el domingo por la noche (hora local).

En ambas erupciones, la columna de ceniza alcanzó una altura de 4.000 metros, según el Centro de Vulcanología y Mitigación de Riesgos Geológicos.

Al parecer, la erupción estuvo acompañada de un fuerte estruendo. Las autoridades pidieron a residentes y visitantes que evitaran el cráter en un radio de seis kilómetros. También se pidió a la gente que llevara máscaras para protegerse.

La última vez que se produjo una gran erupción fue en marzo, que también afectó al tráfico aéreo en la isla de Bali, popular entre turistas de todo el mundo. El volcán, de unos 1600 metros de altura, ya había entrado en erupción a finales del año pasado.

Varias personas murieron bajo los escombros de sus casas en llamas. Miles de personas se vieron obligadas a huir y fueron alojadas en centros de evacuación. Incluso entonces, se cancelaron numerosos vuelos hacia y desde Bali. La isla está a sólo unos 500 kilómetros del volcán.