Las vacaciones acaban en pesadilla: un niño de dos años en coma tras una intoxicación alimentaria

Inglaterra - Se suponía que iban a ser unas relajantes vacaciones en familia, pero se convirtieron en un horror para una niña: Chloe Crook, de dos años, quedó en coma tras contraer una intoxicación alimentaria.

Durante unas vacaciones familiares en Egipto, la pequeña Chloe Crook enfermó de intoxicación alimentaria.
Durante unas vacaciones familiares en Egipto, la pequeña Chloe Crook enfermó de intoxicación alimentaria.  © 123rf/WhiteKrechet

El pasado mes de julio, Chloe viajó con sus padres a un resort de cinco estrellas en Egipto.

Según informa ahora The Sun , la niña empezó a quejarse de fuertes dolores de estómago al cabo de dos días.

Poco después, la llevaron al hospital. Su madre, Megan, informó de que Chloe había perdido temporalmente la vista y la capacidad de hablar durante el viaje.

Poco después le aparecieron hematomas bajo el cuero cabelludo. "Fue muy angustioso para Alex [padre de Chloe, nota de la redacción] y para mí verla así y saber que no podíamos hacer nada. Nos sentimos completamente impotentes", dice su madre.

Unas pruebas revelaron que los riñones de Chloe empezaban a fallar. Los médicos le diagnosticaron síndrome hemolítico urémico, un trastorno sanguíneo potencialmente mortal causado por la bacteria E. coli.

Chloe Crook aún sufre hoy los efectos de la intoxicación alimentaria

La pequeña Chloe Crook entró en coma inducido en el hospital. (imagen simbólica)
La pequeña Chloe Crook entró en coma inducido en el hospital. (imagen simbólica)  © Dominic Lipinski/PA Wire/dpa

Cuando los síntomas empeoraron, Chloe fue trasladada en avión al Reino Unido, donde permaneció cuatro días en coma inducido. Durante ese tiempo desarrolló una neumonía y coágulos de sangre en el cuello y el brazo.

Megan explicó que, aunque Chloe ya ha recibido el alta hospitalaria, sigue necesitando cuidados constantes. Debido a las experiencias traumáticas, la niña de dos años se despierta a menudo con pesadillas.

"Desde que volvió a casa, Chloe es una niña completamente distinta. Antes era muy sociable y le encantaba ir a la guardería. Ahora rehúye relacionarse con personas ajenas a su círculo más cercano", añade su madre.

Hoy, casi cuatro meses después, Chloe sigue tomando antiepilépticos, anticoagulantes y otros medicamentos potentes. Su madre cuenta que vomita con regularidad y ha perdido el apetito desde su regreso.

Ahora Chloe tiene que someterse a un control anual de la función renal.