Brutal ataque al asesino en serie: ¡"Caníbal de la ballesta" apaleado por el amigo de una víctima!
Inglaterra - Un asesino en serie que se comía a sus víctimas después del crimen quedó inconsciente en prisión tras ser trasladado al mismo pabellón que el amigo de una de sus víctimas.
Según The Sun , el "caníbal de la ballesta" Stephen Griffiths (54) se encuentra actualmente en la enfermería de la prisión inglesa HMP Full Sutton, cerca de York.
El compañero de prisión que atacó a Griffiths se habría enfadado porque estaba alojado en la misma ala que el asesino de su novia Suzanne.
Según una fuente confidencial, el agresor "lanzó al caníbal por los aires y lo dejó inconsciente".
Griffiths sufrió varias contusiones y una herida en la cara al caer hacia atrás debido a la fuerza del golpe.
"El detenido explicó que conocía a Suzanne (...) y que había crecido con ella. (...) No sabía cómo Griffiths pudo enterarse de que conocía a Suzanne. (...) El preso que atacó a Griffiths se sentía amenazado y temía que Griffiths pudiera hacerle daño. Por eso le lanzó por los aires y le dejó inconsciente", declaró la fuente al periódico.
El pasado domingo por la noche, portavoces de la prisión dijeron que se investigaría el incidente y que podría llamarse a la policía.
"La violencia no se tolera en las prisiones y cualquier responsable tendrá que rendir cuentas", añadieron.
Stephen Griffiths asesinó a tres mujeres
El asesino en serie Stephen Griffiths fue condenado a cadena perpetua en 2010 tras declararse culpable de asesinar a tres mujeres.
Entre 2009 y 2010, Susan Rushworth (†42), Shelley Armitage (†31) y Suzanne Blamires (†36) fueron víctimas de él. Las tres mujeres eran trabajadoras del sexo.
Obtuvo su nombre "Ballesta-Caníbal" de un vídeo de vigilancia grabado durante el asesinato de Blamires.
Se puede ver al hombre de 54 años corriendo por un pasillo con una ballesta y haciendo el gesto del dedo corazón a la cámara.
En el juicio, se presentó con este nombre, mientras que el fiscal informó de que Griffiths había dicho a los agentes que se había comido partes de sus víctimas, lo que formaba "parte de la magia".
En prisión, intentó quitarse la vida varias veces e incluso hizo una huelga de hambre de 120 días en 2011, durante la cual evitó todo contacto con otras personas.